Coco… Ejemplo de esfuerzo y
sabiduría, ejemplo de estilo y saber estar, ejemplo de elegancia y discreción.
Ese halo de simplicidad y elegancia que envuelven cada uno de sus diseños,
hacen que su estilo sea único, inconfundible e irrepetible. Chanel, esa fuente
de inspiración, esa magia que envuelve sus patrones tan elegantes, tan
sencillos y tan elaborados a la vez. La historia de Coco deja ensimismada... cómo
de la nada nace esa elegancia innata dentro de sí misma, cómo entiende la moda
de manera diferente al resto, cómo entiende la sastrería de forma diferente a
los demás. Se adentra en un mundo de hombres, se atreve a crear diseños
inhóspitos hasta su llegada, rompiendo todas las reglas; nunca nadie de su
época pensó que las mujeres pudieran vestir con un sastre de forma tan elegante
y sensual a la vez. Coco dio paso a una nueva forma de entender el arte de vestir, un
icono ejemplar en el mundo de la moda, que nació en su época pero nunca morirá.
Su estilo es único, sus diseños infinitos e irrepetibles, su fuerza en cada uno
de sus modelos, su estilo elegante, sobrio y ese charme francés , hacen que, para mi gusto, se trate de la mejor
diseñadora que haya existido a lo largo de todos los tiempos.
Elegante, discreta y fabulosa... así es la Maison.
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